Como en este viaje me acompañaban mi padre y mi hermano, cuando estábamos dentro del museo de Mercedes, mi padre nos dice a mi hermano y a mi: "queréis ver vuestro regalo de cumpleaños" -como si el viaje no fuese suficiente- y entonces se acerco a la recepción del museo y dijo: "tengo una reserva como copiloto para montar en un SLS", entonces mi hermano y yo nos miramos y sonreímos a la vez, pensado que mi padre nos estaba vacilando, pero no fue así.

Esta prueba con el Mercedes SLS ( una bestia de 571 CV), empezaba a las 14.00 y primero fue el turno de mi hermano, que cuando terminaron las 5 vueltas de la prueba se bajo del coche con una amplia sonrisa y con el corazón a cien. Ya era mi turno, un empleado levanta la impresionante puerta de "gaviota", y veo el interior del coche, y en el lado del volante un piloto profesional, aunque he de decir que no lo parecía tenia pinta de un tipo que te lo sueles encontrar en un Pub de Reino Unido. arranco el coche y un sonido grave y precioso, hacia las delicias de mi oído, después el piloto se dirigía a una gran recta para acelerar el coche a tope y después frenar hasta 0 ¡y sin las manos en el volante!, luego puso rumbo al circuito de pruebas donde las cinco vueltas de prueba estaban llenas de acelerones, frenadas, derrapadas, fuerzas G y velocidades por encima de los 200 km/h. ESPECTACULAR.
Os recomiendo esta actividad al cien por cien, de lo mas excitante que he hecho en mi vida, si podéis poneros al lado de un piloto profesional en un coche de 600 CV, hacerlo, merece la pena.
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